Todo lo que me queda es tiempo (el valle de Bamiyan)

Bueno como tengo algunos dias estatico aqui en Dili, quiero hacer en estos dias una serie de notas que nunca publique sobre viajes pasados. Comienzo con Bamian, Afganistan. Por supuesto no lo he dicho todo sobre Timor, pero mientras redacto algo esto servira para contar algo. 

El Valle de Bamian

Bamiyan o Bamian había sido famoso durante años por haber albergado a una cultura milenaria, un reino budista donde la paz y la prosperidad ahogaron muchas veces a sus vecinos. Hace 2500 años Bamian había sido uno de los reinos, y el corazón del budismo de la época.

Pero como todo reino llego su decadencia al soportar los ataques de las hordas de Genghiskan, después de años de sitio fueron sometidos después de una serie de batallas.

A partir de ahí el impero no floreció mas, después de Gengiskan llegaron los califatos árabes, atacaron constantemente hasta que Bamian quedo poco a poco reducida y sus templos saqueados.

Bamiyan fue famoso por un par de estatuas de Buda (quizás una tercera?), que se encuentran de pie labrados en la piedra de un acantilado, Los budas, dos estructuras de arcilla de 55 y 33 metros respectivamente que fueron escenario de grandes templos, continuaron ahí durante años, los califatos apenas los maltrataron, Sin embargo el tiempo y la intolerancia tenían un destino diferente para estas estatuas. En 2001, el gobierno taliban mando destruir las estructuras, que por cierto dieron su lucha y soportaron fuego de metralla y de tanques. Fue hasta que un experto en explosivos coloco la carga. Y todo se cubrió de polvo

Existe una nota de madame Helena Blavatsky al respecto de los budas en la doctrina secreta. Blavatsky dice que los budas representan las eras del hombre. El buda más grande, representa la eras de los titanes o gigantes que ha sido mencionada tanto en la Biblia como en las vedas, además en el libro de enoch. Así el segundo y hasta el tercero que representa nuestra época.


Visitando a buda.

Regrese unos días después con un compañero de trabajo, el un exmilitar me ayudo a romper algunos esquemas que yo solo no hubiera hecho, días antes un guardia me había prohibido la entrada al sitio diciéndome que estaba cerrado. Esta vez Dean y yo nos aventuramos, no vimos al guardia y brincamos la cerca. Ahí estaba frente a mi el nicho que guardaba al buda - llegue tarde – pensé para mi- hubiera estado aquí hace años, si a mis dieciocho hubiera tomado un avión hubiera alcanzado a verlos en pie- - claro que no a esa edad no sabia nada del mundo-. El nicho era imponente majestuoso, nos acercamos empezamos a explorar las cuevas, había algunos gravados, pero era evidente que mucha gente había pasado por ahí. Había rastro de excavaciones. Cuando uno esta en un sitio como este se quiere sentir como indiana jones, pero claro uno siempre llega muy tarde, siglos tarde. Encontramos la manera de subir hasta la altura de la cabeza, ahí alcance a apreciar algunos de los gravados. Algunas pinturas budistas, están ahí, son maravillosas. Me alegre que el taliban no se hubiera llevado todo con su furia. Bajamos al descender el guardia nos esperaba, no creí estar en problemas pero, luego nos pidió dinero, al principio creí que era un soborno, después en la oficina otra persona nos entrego un recibo, al parecer un boleto. Después de todo nuestra entrada parece que no fue tan furtiva. Al segundo buda nos aconsejo no acercarnos, pues aun había minas al parecer. Por supuesto no nos decían todo, había cuevas cerradas que parecían intactas. Días después conocí al arqueólogo alemán, me comento que en algunas cuevas aun hay murales budistas íntegros, le rogué que me dejara verlos, no acepto.